Cooperativa viviendas Trece Rosas
A partir de ese ritmo constante, se reconoce la distribución interior de las unidades de vivienda, mediante pantallas de granito silvestre que se insertan en cada uno de los huecos, dejando el resto de su superficie totalmente abierta y acristalada, singularizando un elemento practicable en cada estancia, la ventana.
Aquí se van a crear una serie de espacios-jardín vinculados a las viviendas dúplex, a las que se dotan de rincones privados ajardinados con un soleamiento y unas vistas privilegiadas hacia el sur de la ciudad.
Se recrea de este modo un conjunto de imagen laberíntica de remate de la edificación, característica de las manzanas residenciales, aunque aquí condicionado por el volumen máximo permitido.